top of page

Paciencia estratégica

Creo sin lugar a equivocarme que a las personas en general no les gustan los procesos para llegar a ciertos resultados y me incluyo. No disfrutamos la espera ni el refrenarnos de reaccionar de inmediato o en exceso ante cualquier estimulo. Las personas queremos resultados ya. Queremos un cuerpo de gimnasio desde los primeros esfuerzos realizados, queremos respuestas en cuanto lanzamos las preguntas y queremos obtener lo que queremos sin necesidad de posponer la gratificación.


Este es y será el mayor desafío de la generación a la que pertenecemos actualmente: Las cosas que valen la pena, las cosas que ameritan preparación, estrategia, fundamentos, información objetiva, conocimiento y explorar posibilidades, requieren de paciencia. Requieren vencer la inercia del aquí y el ahora y no estoy hablando de procrastinar, sino de un proceso que las partes en ocasiones requieren vivir que los lleva a mejores resultados.








El enfoque de este blog es la aplicación de la paciencia estratégica en la resolución de conflictos. Aunque la mediación es un proceso que nos permite obtener excelentes resultados en menor tiempo, también requiere de paciencia estratégica. En asuntos complejos, no es recomendable forzar a las partes a decidir y llegar acuerdos cuando están pasando por el procesamiento de fuertes emociones. En asuntos familiares es frecuente que las partes estén atravesando duelos por la pérdida de una relación, de un negocio familiar, de un ser querido y el mediador debe ser sensible a las etapas que cada una de las partes viven y trabajar durante la mediación para que se genere la comprensión y el respeto por lo que cada uno de los involucrados atraviesa. Las partes normalmente no procesan igual lo que les sucede, aunque sean participes del mismo hecho. Las personas reaccionan según las herramientas de inteligencia emocional y autocontrol que posean. Y eso no es malo o bueno, pero es importante tomarse en cuenta.


Como mediadora no debo permitirme apurar estos procesos, por más interés que tengo en ayudar a las partes a solucionar sus controversias. A menudo me hago acompañar de otros profesionistas como psicólogos y terapeutas que colaboramos para propiciar en las partes el avance en el proceso emocional para entender y transformar sus conflictos.


Cuando todo está sucediendo el conflicto y ante la sorpresa, el temor, la desilusión, la traición, el miedo, la decepción y todas las emociones que florecen en los conflictos familiares, es importante la paciencia estratégica. Saber acompañar, esperar, guiar y orientar a las partes para que sean capaces de tomar mejores decisiones y asimilen lo que les está transcurriendo. Y promover la misma paciencia estratégica, la empatía y la gracia en las partes que están logrando mayores avances en el control de sus emociones y sentimientos generados por el conflicto que atraviesan para que la otorguen a su contraparte en el conflicto.


A menudo soy testigo de como el tiempo y el permitirles vivir los procesos acompañados de profesionales, hace que las partes encuentren por si mismas las herramientas de resiliencia para tomar el control de sus vidas de nuevo y encauzar las dificultades hacia el aprendizaje y el crecimiento personal y por ende a conseguir mejores soluciones para sus conflictos. Hacer las preguntas adecuadas tales como: ¿Qué pasara si apuro la decisión sin sentirme convencido/a? ¿Qué pasa si después no siento esta emoción y cambio de opinión y ya es demasiado tarde? ¿Cuáles son los parámetros que estoy usando para decidir, emociones o información objetiva? ¿Esta decisión honra lo que ya perdí o me hace perder aún más?


Otorgar paciencia es un regalo que hacemos a las partes que ya han sufrido demasiado y debe ser parte de la estrategia para ayudarles a negociar mejor sus soluciones, humanizando la actividad profesional de la solución de conflictos porque ciertamente tratamos con personas heridas y afectadas en ámbitos personales y económicos, emocionales y espirituales, que atraviesan un fuerte quebranto.

Por eso vivo enamorada de la mediación, y vivo convencida de su eficacia. ¡Gracias por leerme, feliz año nuevo!

¡Prueba la Mediación!




Comments


bottom of page